Construyendo un Futuro Libre de Policía: Preguntas Frecuentes
MPD150 es una iniciativa independiente y basada en la comunidad que cuestiona la narrativa de que la Policía existe para proteger y servir. En 2017, durante el 150 aniversario del Departamento de Policía de Minneapolis (MPD), el grupo hizo una evaluación del desempeño del MPD basada en investigaciones históricas y entrevistas con miembros de la comunidad. Lee el informe completo en la página: www.MPD150.com.
Creemos en el poder, la posibilidad y la necesidad de un futuro libre de Policía. Sin embargo, también entendemos que esta es una idea nueva para mucha gente. Lo que sigue son algunas preguntas frecuentes y nuestras respuestas.
¿No creará caos y crimen abolir la Policía? ¿Cómo nos mantendremos a salvo?
El trabajo de abolición policial no trata de chasquear los dedos y de que mágicamente se deje de financiar a todos los departamentos del mundo de manera instantánea. Más bien, estamos hablando de un proceso gradual de reasignación estratégica de los recursos, fondos y responsabilidades adjudicadas a la Policía y dedicarlos a modelos comunitarios de seguridad, apoyo y prevención.
Las personas que responden a las crisis en nuestra comunidad deben ser las personas que están mejor preparadas para afrontar esas situaciones. En vez de tener a individuos armados con armas de fuego, que muy probablemente no viven en los vecindarios que patrullan, queremos dejar espacio para tener más proveedorxs de servicios de salud mental, trabajadorxs sociales, defensorxs de víctimas/sobrevivientes, líderes religiosos, vecinos, sanadorxs y amigxs– todas las personas que realmente forman el tejido de una comunidad — para que todas estas personas se cuiden entre ellas.
¿Pero qué hay de los ladrones de bancos, asesinxs y supervillanxs?
El crimen no ocurre porque sí. La mayoría de las veces, ocurre cuando alguien ha sido incapaz de acceder a sus necesidades básicas por otros medios. Al reubicar fondos destinados a la Policía a servicios que solucionan esas necesidades conseguiremos crear a un contexto en el cual la gente no necesitaría robar bancos.
Está claro que, en este proceso largo de transición, probablemente necesitemos una pequeño grupo de trabajadorxs públicxs cuyo trabajo se basará en responder a crímenes violentos. Pero, en parte, de lo que hablamos aquí es del papel que la Policía tiene en nuestra sociedad. Ahora mismo, la Policía no se involucra solamente con crímenes violentos, también hacen paradas de tráfico innecesarias, detienen a personas que hacen un uso recreativo de las drogas y toman parte en una gran variedad de políticas de tolerancia cero que solo sirven para mantener a más gente bajo el control del sistema judicial y criminal.
Incluso las personas que apoyan a la Policía están de acuerdo: pedimos a lxs policías que nos solucionen demasiados problemas. Como dijo el anterior Jefe de Policía de Dallas, David Brown: “Pedimos a la Policía que se encarguen de demasiadas cosas en este país […] Incluso los fallos sociales, se los pasamos a la Policía para que los resuelva. ¿No hay suficiente dinero invertido en salud mental? Que se ocupe la Policía […] Aquí en Dallas tenemos un problema de perros sueltos; pues que se ocupe la Policía de perseguir a esos perros. Las escuelas fallan, vamos a dárselo a la Policía […] Eso es pedir demasiado. Nunca se debía haber pedido a la Policía que solucionara todos esos problemas.”
Para realmente “luchar contra el crimen”, no necesitamos más Policía; necesitamos más trabajo, más oportunidades educacionales, más programas de arte, más centros comunitarios, más presupuesto para la salud mental, y más voz en cómo operan nuestras propias comunidades.
¿Pero por qué no financiar a la Policía y a todas estas alternativas también? ¿Por qué tiene que ser o lo uno o lo otro?
No es solo que la Policía no sea efectiva: en muchas comunidades activamente hacen daño. La historia de la Policía es una historia de violencia contra las personas marginalizadas– los departamentos de Policía estadounidenses se crearon originalmente para dominar y criminalizar a las comunidades de color y a lxs trabajadorxs blancxs pobres, una labor que continúa haciendo a día de hoy. La lista se ha ido incrementando: el colectivo LGTBQ+, personas con diversidad funcional, activistas– somos tantas personas a las que la Policía ataca diariamente.
Y va más allá de la brutalidad policial; trata de cómo el complejo industrial carcelario, la guerra contra las drogas, las leyes de inmigración, y la red de políticas, leyes y cultura que forma nuestro sistema judicial y criminal ha destruido millones de vidas y roto familias. La Policía no previene crímenes, los causa, por medio de la fractura continua y violenta de nuestras comunidades.
Es importante mencionar también que la mayoría de nuestras agencias y organizaciones de servicios sociales que podrían servir como alternativas a la Policía están subfinanciadas, peleándose por subvenciones para mantenerse a flote mientras que están obligadas a interactuar con agentes que a menudo hacen que su trabajo sea más duro todavía. En el 2016, el Departamento Policial de Minneapolis recibió 165 $ millones solo en ayudas de la ciudad. Imagina lo que podríamos hacer con esa cantidad de dinero para mantener a nuestras comunidades seguras si se invirtiera mejor.
¿Y qué hay de las body cámaras (cámaras corporales)? ¿Qué pasa con las comisiones civiles de control, el entrenamiento para evitar el sesgo implícito y las iniciativas de vigilancia comunitarias?
Las grabaciones en video (ya sea de cámaras corporales u otras fuentes) no fueron suficientes para conseguir justicia para Philando Castile, Samuel DuBose, Walter Scott, Tamir Rice, y muchas más víctimas de violencia policial. Otras reformas, incluso con intenciones nobles, simplemente no atacan la raíz del problema.
La historia es una guía útil en este caso: los grupos comunitarios en los años 60 también exigieron cuerpos de inspección civiles, mejor entrenamiento e iniciativas comunitarias de vigilancia. Algunas de estas exigencias llegaron a tomarse a cuenta, pero en todos los casos fueron o ineficaces o las desmantelaron los departamentos de policía con el tiempo. Ya hay ejemplos de apropiación de reformas recientes y otras se han destruido. Solo hay que observar cuántos agentes llevan cámaras corporales que nunca encienden, o lo rápido que el Departamento de Justicia de Jeff Sessions se ha movilizado para terminar con los decretos de consentimiento. Tenemos medios siglo de pruebas de que las reformas no funcionan. Es hora de probar algo nuevo.
Esto suena muy bien en la teoría, pero ¿no sería imposible de llevar a cabo?
A lo largo de la historia de los EE. UU. la gente corriente ha conseguido cosas “imposibles” de forma regular, desde la abolición de la esclavitud, al derecho a voto, la semana laboral de 40 horas y mucho más. Lo que resulta realmente “imposible” es la idea de que los departamentos de policía puedan reformarse en contra de su voluntad para que protejan y sirvan a las comunidades a las que siempre han atacado.
La Policía, una institución alrededor del mundo, ha existido menos de 200 años– menos que la existencia de la esclavitud tradicional en las Américas. Abolir la Policía no debería ser difícil– lo podemos hacer en nuestras propias ciudades, dólar a dólar, redirigiendo los presupuestos a programas alternativos de sentido común. ¡Pongámonos a trabajar!
¿Dónde puedo saber más?
Algunas recomendaciones específicas en relación a otras preguntas frecuentes:
Una Lista de Lectura (en Inglés)
● The End of Policing (Alex Vitale)
● El color de la justicia: La nueva segregación racial en Estados Unidos (Michelle Alexander; traducido por Carmen Valle)
● ¿Son obsoletas las prisiones? (Angela Y. Davis; traducido por Gabriela Adelstein; revisión técnica de Claudia Cesaroni) https://www.bibliotecafragmentada.org/wp-content/uploads/2017/12/Davis-Son-obsoletas-las-prisiones-final.pdf
● Abolition Now! Ten Years of Strategy and Struggle Against the Prison Industrial Complex (Anthropology)
● Enmienda XIII (Documental – Ava DuVernay)
● The Study Guide at aworldwithoutpolice.org
Articulos en español:
● Raza, derechos y brutalidad policial – Campaña Derechos para todos en Estados Unidos (Amnistía Internacional) – https://www.amnesty.org/download/Documents/144000/amr511471999es.pdf
● Inmune a la Justicia – Brutalidad y responsabilidad policiales en Estados Unidos (Human Rights Watch) – https://www.hrw.org/legacy/spanish/informes/1998/eeuu_policia.html
● Artículo sobre abusos policiales en México: Corrupción y abuso policial, algunos apuntes – https://www.animalpolitico.com/el-blog-de-causa-en-comun/corrupcion-abuso-policial-apuntes/